ONGI ETORRI

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Esta es la juventud del Papa y del Pepe










Ésta es la Juventud del Papa y el Pepe

Me comentan unos amigos, pareja afincada en Madrid, que durante la pasada JMJ Papal les fue de lo chungo pillar condones, ni en farmacias, supermercados o en máquinas expendedoras, situación embarazosa con mis colegas a cien, ni en el “Todo a Cien” les quedaban. Y no por precepto eclesial, sino por falta de previsión sometidos a una gran demanda celestial. Pues que nadie se sorprenda. Más de un millón de chavales en su edad de procrear y lejos de sus viejos. Era de imaginar los muy tunantes. Son jóvenes. Pero la Iglesia es vieja, Rouco es sagaz, pues una tajada más para la Iglesia con esto de la JMJ, que especula con lo del cepillo en las farmacéuticas del anticonceptivo. Dios lo sabe. Un consejo si quieren forrarse: inviertan en contraceptivos de aquí a un par de años. Ocho millones de mocetes que se esperan en otra JMJ más. ¡Y en Río de Janeiro!

Pues más que a Brasil yo los mandaba al cuerno, de África, pues cornadas da el hambre, dicen, más que nuestro monumento al encierro. Que vayan y vean lo que pasa, los crudos efectos del libre mercado, a ver si de una vez por todas la Iglesia que lo condena todo, condena el capitalismo. Más de 9000 paquetes de comida sin abrir se encontraron entre la basura del aeródromo que dejó la juventud del Papa, ¿ayuno solidario o puto despilfarro?

Digamos que con el apetito en la bragueta ya iban bien calientes. Los laicos también. Calientes no por el frote carnal, sino por el del cuero policial, esa funda que reviste las porras, y poco tiene de sensual.


Colectivo Malatextos 26/08/11

El 15 M, posibilidades transformadoras

El movimiento 15M, comienza a ser una "chinica" en los zapatos del poder político y económico por su carácter espontáneo (que lo convierte en imprevisible) y por su más que importante capacidad de movilización; pero es que además, la coyuntura actual en la que unas elecciones generales están a la vuelta de la esquina; un "rescate", pero sobre todo, las medidas que conlleva, planean sobre nuestras cabezas como una amenaza más que cercana; con 5 millones de parados; con un 40% de fracaso escolar (excelente mano de obra barata); con un 35% de paro juvenil, con miles de familias sufriendo desahucios o amenazados por ellos... en fin, que no es de extraño ni la creciente represión a la que se le está sometiendo (de porra y grillete, pero también de pluma y teletipo) ni tampoco, la solidaridad y apoyo social que esta represión le está devolviendo.

Todo lo que viene diciendo y propugnando el 15M, lo veníamos diciendo y propugnando desde la pertenencia a numerosas organizaciones sociales y sindicales tiempo atrás. Sin embargo, no es lo mismo. Esas organizaciones, lastradas por su trayectoria, se habían quedado cercadas, convertidas y/o interesadamente presentadas en etiquetadas y sospechosas, con escasa capacidad de irrupción social. Habían quedado encerradas en “su papel”, convertidas en previsibles piezas del juego. Hay que reconocerles una meritoria capacidad de “mantenimiento”, denuncia y resistencia, pero es muy improbable que hubieran podido ir mucho más allá.

El 15M -movimiento nuevo, fresco y sin etiquetar- rompe esas barreras, genera simpatías amplias y difusas, empalma con un malestar social sin especificar y se convierte en algo de límites desconocidos y, por tanto, imprevisible. Un éxito incalculable: rompe la asquerosa normalidad en la que la realidad estaba atrapada y nos atrapaba a todas. Además, su forma de organizarse, sin personalismos ni vanguardias, desde la horizontalidad y el debate asambleario, le da esa credibilidad que le falta a la clase política, pues actúan según lo que postulan.

Es algo de lo que veníamos buscando quienes seguimos militamos en lo social o en lo sindical, lo tenemos ahí y debemos hacernos suyas, evitando hacerlo nuestro, trabajar en él sin tratar de marcarlo, solo formando parte, dejando que siga marcando su propio ritmo y rumbo, que siga siendo el 15M.

Acampadas, marchas, posible huelga… todo y más será necesario. En peleas concretas deberemos confluir el 15 M, sindicatos y colectivos, sabiendo que la aparición del 15M solo abre una puerta, pero el capitalismo financiero sigue dictando e imponiendo la realidad: la economía, la política, lo social, lo sindical… y lo hace en el plano de lo concreto y en el de lo general; la realidad (toda la realidad que el capitalismo ha diseñado en estos 40 años de hegemonía absoluta) sigue siendo pétrea. La puerta que abre el 15M da a un camino que sabemos difícil, necesitaremos afilar las armas de la persuasión y de la generalización, también las de la presión y el conflicto. El capitalismo, en su ansia de devorar el mundo, no cejará hasta que el mundo, todo el mundo, se le resista.

Lo saben en Grecia. Aquí, el 15M es una primera piedra. Necesitaremos muchas.

Colectivo Malatextos, 9/8/11